diumenge, 22 de maig del 2011

Paradoxes al voltant del Moviment 15-M

Segons el diccionari, una de les accepcions del mot “paradoxa” és la següent: «Enunciat o raonament que porta a dues conclusions mútuament contradictòries però de cap de les quals hom no pot prescindir.» Està clar que haver ordenat divendres per la nit una actuació policial a la plaça madrilenya Puerta del Sol, plena de gom a gom, era —deixant al marge el fet que no s’hi estava cometent cap acte violent o palesament il·legal— una absoluta temeritat (una missió impossible, diria jo). De tota manera —i ací rau la primera paradoxa—, Rubalcaba ho tenia molt malament. Si hagués ordenat el desallotjament, li haurien plogut retrets d’una banda; com no ho va fer, li cauran de l’altra.

Jo crec que la qüestio de la legalitat o la il·legalitat de les concentracions de Puerta del Sol i altres places no està solucionada. Hi ha col·lisió entre dues legislacions: la general sobre els drets de reunió i expressió, i l’específica sobre els processos electorals (hi ha jurisprudència del Constitucional al respecte; unes sentències seues anteriors van avalar les manifestacions durant la jornada de reflexió). A la Junta Electoral Central, que no és exactament un tribunal, han sorgit vots particulars. També s’han presentat sengles apel·lacions al Tribunal Suprem i al Constitucional que han estat desestimades sense entrar al fons de l’assumpte, per qüestions processals o de forma. Queda pendent altra apel·lació al Constitucional remesa per Esquerra Unida (que li ha tret un rendiment altíssim a la moguda).

De manera que ací està la segona paradoxa: les mateixes concentracions podrien ser legals i il·legals alhora. Hi hauria una tercera, aquesta emparentada amb el realisme fantàstic: «Declaren la il·legalitat d’una protesta pacífica que vol modificar la legalitat.» També tenim afirmacions paradoxals consistents a dir una cosa i justament la contrària: els concentrats en Puerta del Sol estan en contra del sistema, però fan propostes per a millorar-lo; estan organitzats, però formen un moviment espontani; són d’extrema esquerra, però susciten la simpatia de personatges com Carlos Fabra... El corol·lari de totes aquestes paradoxes podria expressar-se amb la següent frase: ja anava sent hora que algú protestés als carrers, però ara toca anar-se’n a casa.

Els mateixos protagonistes de les concentracions cauen en contínues paradoxes; primer, deien que la gent s’hauria d’abstenir o votar als partits minoritaris, però ara proclamen que no volen donar cap consigna de caire electoral; en un principi, alguns portaveus del moviment afirmaven que aquestes eleccions no eren importants per a ells, però ara han declarat que pensen votar. Quant a la presència d’Ynestrillas i altres personatges semblants a la concentració de Madrid, s’hauria de recordar la famosa dita: «Pescar en aigua tèrbola a molts agrada.» En realitat, el Moviment 15-M no està perfectament organitzat, ni té una ideologia definida, ni és corretja de transmissió de ningú, ni ha sorgit en un moment particularment oportú —o sí?—, ni pretén subvertir l’orde democràtic, ni té vocació d’abastar tots els temes possibles...

L’onada de concentracions és una mostra d’atipament i prou! Certes coses passen quan la goteta del fàstic fa vessar el vas, no quan u voldria que passaren. Jo també experimente sentiments contradictoris envers un fenomen que ha incidit de ple en la campanya electoral: d’una banda, simpatitze amb el malestar dels mobilitzats; d’altra, crec que les seues concentracions van a beneficiar la dreta, en les eleccions d’avui, perquè espantaran els seus votants. També és possible —i continuem amb les afirmacions antitètiques, ja ho veieu— que les “brometes” d’Esperanza Aguirre (Estoy por enviar a los 90.000 militantes del PP a organizar una sentada en Ferraz, digué divendres), encoratgen els electors socialistes, qui sap. En fi, acabarà dissolent-se el Moviment 15-M com una porció de sucre? Amb el pas del temps es veurà. Això sí, els partits polítics haurien de reflexionar sobre allò que ha succeït.

3 comentaris:

Alejandro VI ha dit...

Dice un refrán desacertado que rectificar es de sabios. Y de justicia es reconocer que en su día vaticiné aquí que el movimiento 15-M no se alargaría más allá del domingo siguiente a las elecciones y que estamos cerca de cumplir el primer mes desde aquello y que el movimiento sigue en boca de los medios de comunicación, únicos y verdaderos valedores de los revoltosos. Pero no es menos cierto que desgraciadamente no tengo más remedio que continuar defendiendo (y ampliando si os parece bien) mi opinión sobre las ideas básicas de los manifestantes, que no ha hecho más que cimentarse vistas sus actuaciones, declaraciones y argumentos. De todos estos, voy a opinar sobre tres. Dos de ellos, el gasto social y la burbuja inmobiliaria porque son el producto estrella de los vendedores de humo. Y un tercero, el feminismo, que entraría dentro de mi página de reivindicaciones personales, si se me permitiera formar parte de alguna acampada de indignados.
“Más gasto social. La crisis que la paguen los bancos”.
España debe entre 600 y 800.000 millones de euros. (Depende de quien sume). El problema real es “por qué” se debe este dinero. Empecemos por los bancos privados españoles. Estos han costado a las arcas de dinero público cero (0) euros. No son causantes de deuda. Otra evidencia es que el Gobierno no sólo no rebajó el gasto social en su momento, sino que lo aumentó. Hasta los presupuestos de 2010 el gasto social se incrementó año tras año. Alemania tiene “estabilizadores automáticos”. Si bajan los ingresos, los gastos sociales se congelan o bajan. En Suecia sucede lo mismo. El gasto social no es sagrado y no se endeudan para mantenerlo. Grecia hizo lo mismo que España. No recortar el 5 por ciento en su momento ha supuesto rebajar el 25 ahora (y lo que queda).
Viajemos a la España profunda. Alustante tenía 306 habitantes en el año 1992 y un presupuesto de 50.000 euros. Menos de 20 años después, en 2010, el gasto es un 1000 por cien superior, se acerca al medio millón de euros para una población de 228 habitantes. (Menor que la comunidad de los propietarios que residimos en Renfurbis) La economía española no ha crecido un 1.000 por ciento. Tampoco en Alustante se instaló empresa o actividad alguna que explicara este crecimiento del gasto público.
Vamos a la praxis: Con lo gastado entre 2000 y 2010, se podría haber regalado un Mercedes Clase A nuevo, a todos y cada uno (niños y abuelos) de los habitantes del pueblo Aragonés. Hecho esto, hubiera sobrado dinero para que pudieran comprar un yate que tendrían a su disposición para pasar las vacaciones de verano. Y eso si tenemos en cuenta sólo lo gastado desde 2000 (período en el que se ha llegado a gastar casi un millón de euros en un solo año). Si incluimos lo gastado desde que en 1992 arranca la política “social”, el tamaño de los coches y el número de yates sería mayor.
Estas cifras sólo tienen en cuenta el gasto municipal directo. Si se tiene en cuenta el gasto público total (desempleo, pensiones, etc.…), resulta que los habitantes de Alustante podrían disponer de varios helicópteros para desplazarse más cómodamente a los yates que tendrían amarrados en la costa. Se suponía que el objetivo de esta política pública era evitar la despoblación. Después de gastar alrededor de 10 de millones de euros en fijar la población (sólo en gasto municipal directo), resulta que ésta se ha reducido en un 25 por ciento. Se han hecho bibliotecas o centros cívicos que nadie usa y que son totalmente inútiles, ya que evidentemente nadie se establece en un pueblo de 228 habitantes porque haya una biblioteca y argumentar que el error por omisión es de los bancos, que no han proporcionado dinero suficiente para lapidarlo en nombre del gasto “social”, es cuanto menos desacertado y probablemente una huida hacia adelante tratando de burlar la verdadera razón del desempleo: el pago de la deuda. Huelga comentar que os presupuestos de Alustante, como los de tantos otros pueblos similares, están en la red y son públicos.

continua...

Alejandro VI ha dit...

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Me gustaría terminar este comentario sobre la banca, matizando no solo que no tengo absolutamente nada que ver con ella, sino que además no trato de defenderla a capa y espada, como pueda parecerle a alguien. Simplemente intento ser realista. Se acaba de publicar un estudio que dice que la gran banca europea (los 20 mayores bancos) ganarán este año, entre todos, algo más de 100.000 millones de euros. A pocas matemáticas que apliques, resulta que embargando todo este dinero para regalárselo a España, no pagaríamos ni el 15 por ciento de la deuda pública.

Si cogemos los beneficios esperados de los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander (menos de 15.000 millones), pagaríamos el 2 por ciento de la deuda pública española (que es de casi 700.000 millones), pero que además está motivada en gran parte por el gasto social y no por la banca, que es de quién se pretende arañar el dinero.

Intentar abonar una factura de 7.000 euros con un billete de 100 y otro de 50 es toda la teoría económica capaz de elucubrar el movimiento 15-M.

Sobre la burbuja inmobiliaria

Es un tema delicado y penoso, pero no quiero dejarlo pasar, sobre todo viendo la repercusión social que ha tenido un corto video de dibujitos llamado (creo) “Españistán”, repleto de mentiras y demagogia pero que el sector más “progre”
ha acogido con alborozo. Lo comentaré, no gráficamente por que no es el sitio, pero sí con un lenguaje pueril, como el del video:

Supongamos que uno tiene un terreno y quiere edificar. Va al Ayuntamiento y le dicen que sí, que es urbanizable, pero todavía no puede edificar. Tiene que pagar lo que se llaman “gastos de urbanización”. ¿Qué comprenden los “gastos de urbanización”? Todo aquello que el Ayuntamiento estime conveniente.
Ha habido casos en España en los que para construir el Ayuntamiento exigía por ejemplo arreglar la plaza del pueblo. (En Xátiva, por ejemplo, la prolongación de Hort de L´Almunia). Los Ayuntamientos exigen a los promotores las obras. Los promotores las hacen y por supuesto las repercuten a los compradores. O sea cuando te compras una casa pagas la casa y, sin saberlo, el parque o el centro de ocio. Insisto: el parque o el centro de ocio no se pagan con impuestos, sino con dinero de los compradores de las viviendas. Y lo peor son las viviendas de protección oficial. Cuando tú te compras una casa te compras la tuya y pagas parte de la del vecino. Los promotores tienen que dar el suelo a los Ayuntamientos a tu costa. A veces el Ayuntamiento vende este suelo y dedica el dinero al gasto “social” que considere oportuno (gasto “social” que paga quien compra una casa. Por ejemplo, el dinero recaudado de los terrenos donde se encuentra Renfurbis fue a parar al Gran Teatro) Los Ayuntamientos empezaron a exigir cada vez más dinero a los promotores, que a su vez subían los precios para pagar lo que exigían los Ayuntamientos… Y así llegó la burbuja en España. En definitiva fue la política social, que sacaba el dinero de la vivienda, una de las causas que forzó un incremento irreal del propio precio de la vivienda. Por cierto, este sistema sigue y dificulta la salida de la crisis. Pero es poco "social" quitarlo, supongo, le gente protestaría.

continua...

Alejandro VI ha dit...

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Y por ultimo, con el propósito de exponer mi propio pliego de propuestas personales a modo de manifestante indignado sobre todo con los indignados, desde mi sillón, y para que si les place a los intelectuales del 15-M lo tomen como punto de su hoja de reivindicaciones (nótese la ironía del autor) me gustaría reflejar lo que considero es un motivo (otro) que no hace más que poner palos en las ruedas de la recuperación económica, el feminismo.

Un tema tabú para cierto sector “intelectual”, pero reconozco que me chifla testar la sociedad setabense y comprobar de qué pie cojea cada uno, con temas como este. Sobre todo en un grupo de gente tan ilustre como la de este foro con la que tengo el gusto de compartir opinión y aburrir con tostones como este.

Los verdaderos “subprime” en España son los separados. El terrible sistema legal español obliga normalmente a abandonar el domicilio conyugal pero seguir pagándolo. Sea cual fuere el motivo de la separación, aparte del bajo rendimiento laboral y personal que provoca el cabreo perpetuo fruto de solo poder disfrutar de tus hijos cada 15 días “por que sí”, es frecuente tener que pagar dos viviendas en el caso de ser varón: la tuya y la de tu ex. Naturalmente si te asola la desgracia del desempleo lo normal es que alguna letra se deje sin pagar porque sencillamente no es posible. Se dice que los bancos dieron créditos a quien no debieron. Pero ¿debían haber tenido en cuenta la posibilidad de divorcio? Entonces no hubieran dado una sola hipoteca a nadie.

El feminismo ha cerrado cientos de negocios en España. Un pequeño negocio va mal. Entonces la separada española decide que o se le paga (por supuesto está en su derecho) o denuncia. Y el autónomo no tiene más remedio que sumar a la larga lista de pagos, de impuestos, de contribuciones y pagos a cuenta, la de soportar la correspondiente denuncia, por si las PYMES no estaban lo suficientemente fustigadas. La amenaza penal hace que la ex esposa cobre por supuesto antes que nadie y aunque sea a costa de que gente se quede en paro.

El feminismo ha generado muchísimo gasto supuestamente “social” y muchísima deuda pública. En todos los pueblos de España hay centro de mujer con decenas de miles de contratadas. Toda esta historia ha servido para decenas de miles de sueldos de orientadoras y asesoras de todo tipo que fundamentalmente charlan. Pero lo llamamos gasto “social” y ya está. ¿Se refieren también a estas los del 15M cuando hablan de reducir asesores? Espero que sí.

El feminismo es un agente de la crisis y el paro. Ha influido mucho, y para mal, en la crisis hipotecaria, en el tejido empresarial y en la deuda pública. No es casual que mucha gente, y sobre todo la izquierda feminista, tenga interés en que la gente piense en bancos y fantasmas. Pero las que han hecho imposible pagar algunas hipotecas, las que han cerrado negocios con sus denuncias, y las que han generado gasto público ha sido el feminismo exacerbado